Todos los niños del mundo tienen una cosa en común: ¡adoran jugar!
Hoy en día, gracias al avance de la tecnología, existe una gran variedad de juguetes y aparatos como tabletas, consolas o pequeños robots que a veces ni los adultos sabemos manejar. Como te puedes imaginar, esto no siempre ha sido así.
¿Alguna vez te has parado a pensar con que se divertían los niños que vivieron en la Prehistoria? La verdad es que no se sabe con seguridad, pero probablemente se lo pasaban genial haciendo cosas muy simples como tirar al aire o al río pequeñas piedras y palitos que encontraban por el campo.
Así fue durante miles de años, hasta que los primitivos humanos aprendieron a crear objetos sencillos con sus propias manos utilizando materiales que tenían a su alcance. Los primeros juguetes, por tanto, eran muy básicos y fabricados con huesos de animales: las tabas y las canicas.
Poco a poco los juguetes fueron evolucionando y haciéndose más complejos. En el Antiguo Egipto, por ejemplo, eran muy populares las muñecas de madera con forma humana o animal, pintadas con colores llamativos. Otro juguete estrella eran las pelotas, también de madera, arcilla o papiro.
La primera pelota de cuero apareció hace unos 2400 años en China y fue idea de un emperador al que se le ocurrió reunir unas cuantas raíces secas, recubrirlas con piel de animal, y darle forma de esfera.
Canicas, pelotas, muñecas… ¿A que a pesar de ser muy antiguos todos estos juguetes siguen siendo fantásticos? Bueno, pues hay muchos más que existen desde tiempos remotos: los bolos, la peonza, el yoyó, entre otros.